Perros en adopción: cambiá tu vida y hacé un amigo de cuatro patas
Los perros en adopción simbolizan un mundo lleno de nuevas oportunidades para vos y para el animal. Con PURINA®, podés convertirte en el tutor ideal.
¿Estás pensando en adoptar un amigo de cuatro patas? En PURINA® te explicamos cuáles son las ventajas de tener un compañero canino, los criterios para elegir razas y temperamentos compatibles, así como los protocolos de adopción.
Te ayudamos a escoger al perro perfecto para acompañarte durante mucho tiempo. Conocé a tu mejor amigo de la mano de PURINA®.
¿Cómo cuidar a los perros en adopción?
Adoptar a un perrito es una decisión para toda la vida. Por este motivo, resulta esencial que, antes de adoptar, los futuros cuidadores se pregunten si realmente están listos para dar este paso o si solo están teniendo un “impulso momentáneo”.
Antes de decidir si un perro estará contigo el resto de su vida es fundamental revisar su raza, el tamaño del animal (o la estatura que adquirirá una vez crezca), el espacio con que contás en el hogar, los gastos mensuales, así como el tiempo con el que contarás para cuidar a tu mascota.
Una vez tomada la decisión, debés preparar el hogar para que sea un espacio seguro y amigable. Del mismo modo, es recomendable eliminar objetos peligrosos, designar un área de descanso, entre otros primeros pasos esenciales; anticipate a todos los posibles escenarios para proteger su bienestar.
También se deben adquirir elementos básicos como cama, tazones, alimento adecuado (preferiblemente el mismo que ya consumía el perro o, si no era la adecuada, la fórmula que sugiera el veterinario), collar, correa y juguetes sencillos.
El día de la adopción se debe manejar con calma. El perro necesita explorar, adaptarse a nuevos olores y entender sus límites sin sentirse invadido. Si hay otras mascotas, las presentaciones deben hacerse gradualmente y en un entorno neutral.
De hecho, la adaptación puede venir acompañada de comportamientos inesperados. Por ejemplo, algunos perros adoptados muestran ansiedad, inseguridad o hiperactividad.
La clave es mantener la calma, reforzar conductas positivas y nunca recurrir al castigo. En casos más complejos, un etólogo o adiestrador canino puede ser de gran ayuda.
Finalmente, recordar que el amor, la paciencia y la constancia son las claves del éxito en cualquier adopción. Cada perro tiene su historia, pero con el acompañamiento adecuado y una nutrición de alta calidad como la de PURINA®, podrá escribir un nuevo capítulo lleno de bienestar y cariño.
Lo que debés saber antes de adoptar un perro
Adoptar un perro es emocionante, pero requiere algo más que amor a primera vista. Detrás de ese tierno hocico hay un compromiso serio que exige preparación y conciencia.
Uno de los aspectos menos comentados —pero más importantes— es el económico: la manutención anual de un perro puede costar bastante dinero. A eso se suman gastos iniciales como vacunas, esterilización, identificación y alimentación especializada.


No todos los perros tienen la misma suerte en los procesos de adopción. Aquellos de edad avanzada, con necesidades médicas o pertenecientes a razas poco populares o sin ellas suelen ser los últimos en encontrar un hogar.
Sin embargo, su entrega y afecto son incomparables. Abrirles la puerta de tu casa puede ser una de las decisiones más conmovedoras y gratificantes de tu vida.
Además, es importante conocer cómo funciona el lugar donde planeás adoptar. Algunos refugios realizan entregas rápidas con pocos requisitos, mientras que otros incluyen entrevistas, seguimiento o visitas al domicilio para garantizar un entorno adecuado.
La clave está en elegir una organización seria, que te oriente en cada etapa del proceso y priorice el bienestar del animal. Adoptar no solo cambia el destino de un perro; también transforma profundamente la vida de quien lo recibe.
Los beneficios de tener un perro en el hogar
Varios cuidadores confirman que convivir con un animal de compañía puede traer mejoras significativas en la salud física y mental, como reducir el estrés y la ansiedad, bajar la presión arterial y mejorar la salud del corazón.
Para adultos mayores, los perros representan mucho más que un pasatiempo: les devuelven propósito, vitalidad y contacto social. Un paseo diario con un can es una invitación al movimiento, a la interacción y el buen humor. Incluso en personas con enfermedades como Alzheimer, la presencia de una mascota puede disminuir los episodios de ansiedad y mejorar el estado de ánimo general.


Por ejemplo, los perros son excelentes aliados emocionales y educativos para los niños. De hecho, convivir con un animal de compañía puede llegar a enseñar mayor empatía, responsabilidad, regulación emocional e incluso ayudar a la hiperactividad.
Más allá de la salud, tener un perro ayuda a estructurar mejor el día. Los horarios fijos de alimentación, juego y paseo no solo estabilizan al animal, sino que también aportan orden a la vida del tutor. Estas rutinas refuerzan el compromiso, fomentan la organización y consolidan una relación que va creciendo con el tiempo.
Cuidados esenciales para un cachorro recién adoptado
Adoptar un cachorro es una experiencia inolvidable, pero también una etapa que exige atención minuciosa. A diferencia de los perros adultos, los cachorros están en pleno desarrollo físico y emocional, por lo que necesitan una rutina cuidadosa y mucha paciencia.
Antes de su llegada, es crucial "cachorrificar" tu hogar. Alejá productos tóxicos, cables eléctricos, objetos pequeños y plantas peligrosas. Instalá rejas o barreras si es necesario y revisá que tu jardín o terraza estén completamente cerrados. Recordá que los cachorros exploran con la boca, así que más vale prevenir que lamentar.
Del mismo modo, una visita temprana al veterinario es innegociable. En los primeros días deberás verificar su estado general, comenzar con el esquema de vacunación, desparasitación y, en su momento, programar la esterilización.
Un buen veterinario también puede orientarte sobre el alimento más adecuado para esta etapa. Entre sus sugerencias podría indicarte fórmulas específicas para cachorros, como las de DOG CHOW® que favorecen su crecimiento y fortalecen su sistema inmunológico.


La paciencia será tu mejor aliada. Un cachorro recién adoptado está aprendiendo todo: dónde dormir, cuándo comer, cómo jugar y, por supuesto, dónde hacer sus necesidades.
En vez de regañar, reforzá las buenas conductas con premios, caricias y mucho entusiasmo. Iniciar el entrenamiento desde el principio con comandos básicos fortalecerá su vínculo y sentará las bases para una convivencia armónica.
Finalmente, dale a tu cachorro muchas oportunidades para moverse y jugar. El ejercicio no solo canaliza su energía, sino que también estimula su mente y fortalece sus huesos. Eso sí, cuidá de no sobreexigirlo: en sus primeros meses el animal es propenso a lesiones leves por su entusiasmo natural.
Observá sus movimientos y actuá con cautela si notás cojera o fatiga. Con amor, atención y una buena nutrición, tu cachorro crecerá feliz, equilibrado y listo para compartir con vos una vida llena de aventuras.
En PURINA® tu mascota es nuestra pasión. Te invitamos a continuar explorando nuestro blog para que aprendás más acerca de la nutrición y de los cuidados de nuestros animales de compañía.
FUENTES: