Protección durante su primer año de vida....
Juegos para tu cachorro
Juegos para perros cachorros de 3 a 5 meses de edad
Durante sus primeros meses de vida lo más adecuado es practicar juegos que incentiven más la estimulación mental que la física:
Aprendiendo a morder suave
El cachorro tiene que entender que no puede apretar su mandíbula con fuerza y menos en el caso de estar jugando con niños. Para enseñarle, hay que dejar que muerda nuestra mano, pero sólo hasta el nivel de presión que deseemos. Cuando alcance esa mordida, hay que emitir un leve sonido, "¡Ay! ¡Ay!" nunca en forma de grito. Esta voz será la señal para que el cachorro no ejerza más fuerza.
Una vez que el pequeño frene la presión de su mordida, hay que premiarlo con caricias o un par de croquetas de Purina® Dog Chow® Cachorros.
La presión de la mordida permitida para el cachorro debe reducirse de forma paulatina hasta que el perro aprenda a jugar mordiendo suavemente.
De 5 a 7 meses
Enseña a dar la patita
Enseñar al cachorro a dar la pata, sentarse o tumbarse son juegos que ayudan a su vez a educar al nuevo integrante de la familia.
Estos juegos deben acompañarse de premios y felicitaciones verbales, que ayuden a estrechar los lazos emocionales entre dueño y su cachorro.
Busquemos la comida
Este juego es una sencilla actividad, pero muy divertida para el niño y el cachorro, en la cual a su vez ayuda en el desarrollo de la capacidad olfativa del perro y a su concentración.
Consiste en esconder varias croquetas de Purina® Dog Chow® Cachorros en diversos lugares de la casa debajo de objetos, como en una cubeta de plástico o vasos, de manera que el cachorro lo pueda levantar fácilmente con el hocico y obtener su premio.
De 7 meses en adelante
El escondite entre niños y cachorro
Este es un excelente juego para fomentar el desarrollo del oído, el olfato del cachorro y la concentración de todos los participantes.
Mientras el niño se esconde, alguien debería quedarse junto al cachorro y marcarle de manera verbal las pautas que debe seguir: "¿Dónde está?".
El niño escondido puede llamar al cachorro por su nombre para que acuda a buscarle y, cuando éste le encuentre, le felicitará y premiará con unas croquetas o con su juguete preferido. Este juego es apto para toda la familia, aunque los niños y el cachorro serán quienes más se divertirán.
Atrapando la pelota
Este juego es muy divertido y, lo más importante, es que permite que tanto el niño como el cachorro se ejerciten físicamente y mantengan la mente activa.
Necesitaremos una pelota que resulte atractiva para el cachorro, un palo y una cuerda que cuente como mínimo con un metro de longitud.
Procedemos a atar en un extremo de la cuerda el palo y en el otro extremo atamos la pelota. La idea es sostener el palo y que el niño se esconda tras una columna, pared o puerta, dejando que la pelota atada a la cuerda repose sobre el suelo. Hacer ligeros movimientos con la pelota a ras del suelo para captar la atención del cachorro.
Una vez el cachorro se vea emocionado con la pelota, podemos mover el palo de distintas formas e intensificar el movimiento, de modo que él se mostrará muy entretenido y emocionado.
Juguemos con él de forma responsable
Los juegos entre la familia y el cachorro conseguirán estrechar su relación en sí. Además son muy beneficiosos para el desarrollo físico y cognitivo tanto del niño como del cachorro. Es muy importante que un adulto supervise siempre estos juegos y no saturar al cachorro con este tipo de actividades, lo más indicado es no excederse de 30 minutos de juego.
También se debe considerar que, a través del juego, los cachorros moldean su carácter y aprenden conductas que demostrarán luego en su etapa adulta. Por lo tanto, es primordial estar conscientes de que no todos los juegos valen por igual, ni fomentan conductas adaptativas.
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